Para
DIEGO
Querido nieto:
Creo que recién cuando seas abuelo vas a comprender todo lo que vos significás para mí, pero como para eso falta muuuchoooo, voy a tratar de explicartelo.
La cosa pasa por varios lados diferentes.
Por un lado está el sentimiento del amor, que en el caso de los nietos es muuuyyyyy especial.
En cualquier otro tipo de amor uno corre el riesgo de sentirse desilusionado, defraudado u otros “ados” igualmente feos.
Con los nietos eso no pasa, simplemente porque los queremos taaantoooo que no nos hace falta NADA a cambio de nuestro amor.
Solamente con quererte me siento feliz y sólo con saber que estás (aunque sea en el chat) me llenás de alegría.
Tenés que saber que NO IMPORTA ni lo que pase, ni lo que te pase, ni como seas, ni lo que hagas, yo siempre te voy a querer igual o más y voy a estar SIEMPRE de tu lado y lista cuando me necesites.
Otro aspecto de esta cosa del amor y los nietos es eso que los grandes llamamos “trascendencia” (de lo que ya te hablaron varias veces en la escuela, por ejemplo cuando por primera vez te dieron la Torá).
Eso de la trascendencia es sentir que lo que somos permanece en el mundo a través de las nuevas generaciones.- De eso a veces uno no se da cuenta cuando es chico, pero creeme que con el paso del tiempo lo vas a ir comprobando.
Por ejemplo: vos hacés tu Bar Mitzva porque sos judío, y sos judío porque tus padres, tus abuelos, tus bisabuelos, tatarabuelos, etc. etc. etc., lo fueron. Y ser judio significa recibir una herencia de todas esas generaciones pasadas, una herencia que va mas allá de la religión.
Heredaste un estilo de vida, una forma de entender lo que es la familia, la manera de estar con tus amigos, la responsabilidad en todo lo que hacés, la cultura (leas o no libros), el respeto por la vida y por el otro..., todo eso lo recibís de tu familia y de tus antepasados. Y a todo eso le vas a ir agregando un montón de cosas que son el resultado de tu propia personalidad. Pero muy difícilmente vas a agregar cosas que sean contrarias a los principios que tus antepasados respetaron.-
Yo también fui nieta y yo también soy el resultado de lo que mis antepasados me fueron dejando.
Entre otras cosas, creo en la importancia de los ritos (como el de tu Bar Mitzva) y también en la importancia de los símbolos (por algo usamos un Jai o un Magen David y no un crucifijo).-
Y ahora viene el verdadero motivo de todos estos pensamientos.
Junto con esta carta te entrego algo que es el símbolo con el que yo te agrego a la cadena de los antepasados de mi familia.
Es el pasaporte que usó mi papá, tu bisabuelo Ishíe, para venir desde Rusia a la Argentina.-
Quiero que sepas que mientras tuve este pasaporte fue como tener a mi papá conmigo. Cada vez que lo tengo entre mis manos es como poder acariciarlo a él. Entregártelo es renunciar a algo que quiero mucho.- El valor de este pasaporte se mide por lo que simboliza y por lo que significa para mí.-
Te lo doy con todo mi amor. Te lo entrego como los corredores entregan el palo al corredor que sigue una carrera de postas (si no sabes lo que es, preguntale a papá o a mama), para que la vida siga con vos y para que vos algún día entregues la posta a una próxima generación.
Recibilo y guardalo con mucho amor, el mismo amor que mi papá siempre tuvo y demostró por toda la familia y en especial por tu papá.
A tu bisabuelo Ishie lo querían todos lo que lo conocían. Me doy cuenta que igual pasa con vos. Espero que, como le pasó a él, consigas en la vida todas las cosas importantes que te propongas.
Con todo mi amor,
Bobe Betty
Abril de 2006
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